domingo, agosto 21, 2005

Why the name Veas-01?

¿Por qué el nombre de Veas-01?

Durante más de diez años el empresario minero Sr. Jorge Veas, y algunos de sus colegas, conocieron de una piedra metálica de grandes dimensiones apostada en un sector de Santiago, sobre cuyo origen poco o nada se conocía. Desde que el Sr. Veas era niño, y gracias al conocimiento minero adquirido de su padre, aprendió a distinguir claramente rocas de origen geológico de aquellas que no lo son. Conocía además bastante bien la textura y la forma de las coladas y de escorias, productos de una fundición de hierro, así como también era capaz de diferenciar las muestras con alto contenido ferroso de la zona conocida como Lavas del Laco, cuyos cortes pulidos muestran ser bastante disímiles a la Gran Roca que él encontró. Durante años, en sus largos recorridos por los sectores cordilleranos y precordilleranos, fueron múltiples las ocasiones en que encontró rocas y trozos metálicos que llamaron poderosamente su atención; trozos que tanto por su textura como por su peso supo que no podían corresponder a materiales geológicos. Y aunque supo que se trataba de meteoritos, nunca estimó que eran importantes para la Ciencia. Más, no fue sino hasta mediados de 1995 cuando su amigo personal, el ingeniero austríaco Hans Heins, y ex funcionario de la empresa Fundición Ventana, le explica a don Jorge lo interesante y crucial para el Mundo Científico del estudio de los meteoritos, y de cómo NASA expolaraba la Antártica en busca de estos materiales para conocer en más detalle el origen y destino del Universo.

Fue así que este empresario minero se avocó a la tarea de investigar, en conjunto con un grupo de científicos, los secretos que podía contener la extraña roca antes mencionada. Como éste se trataba de su primer hallazgo certificado, la Gran Roca Metálica de 6170 kilos, fue bautizada con el nombre de Veas-01.

En la foto se puede apreciar las operaciones de traslado de VEAS-01 mediante una grua de la empresa IDE. La forma cónica que se observa por una de las caras de la Gran Roca es notoria, hecho que ha sido observado en varios meteoritos de gran tamaño, a excepción de Hoba, el meteorito de casi 66 toneladas situado en Grootfontein, en Namibia, cuya forma es rectangular y de bordes muy bien definidos.

En la imagen de la izquierda es posible notar una cursiosa textura en VEAS-01, donde aparece en la zona superior derecha una especie de “banda”, bastante plana, dando la impresión de un objeto geométrico que hubiese sido encapsulado por el fierro fundido. De hecho, en una de las caras existe una ranura casi perfectamente rectangular que hace pensar en una formación inteligente hecha por el hombre. Más, si esto es así, por qué la corteza posee compuestos extraterrestres, olivinos no bien determinados rodeados con Leucita-Moochiquita, que no existe en Chile, además de extraños y no clasificados aluminosilicatos? (ver informes). Por otra parte un análisis detallado de lo que aparenta ser una escoria, en ciertas zonas de la Gran Roca, muestra tener alrededor de 300 ppm de Ni, y algunos compuestos bien determinados como lo son: Silicato de Hierro (gama), Monticellite, Cuarzo y Goetita. Estos últimos componentes fueron hallados usando un Difractómetro Siemens D-5000, el 8 de noviembre de 2004, en el Laboratorio de Rayos X, Departamento de Ingeniería Metalúrgica, USACH.

Responde el Instituto Smithsoniano

Que el fierro del que está constituído Veas-01 no corresponde al típico acero de un meteorito metálico o siderito, fue ya confirmado por el profesor Tim McCoy y por la Dra. Linda Welzenbach el 8 de marzo de 2004. Los aceros o fierros de los meteoritos poseen al menos sobre un 1% de niquel, pasando por rangos más elevados hasta 30% 0 40% de Ni en sideritos. De este modo, y en virtud de su contenido de niquel los sideritos se clasifican en Octahedrites, Hexahedrites y Ataxites. Cuando el Ni está entre un 5% y un 17%, el fierro y el niquel forman unas bandas de desmezcla que puden ser observadas a simple vista, dando como resultado estructuras cristalinas conocidas como Kamacite y Taenite (y para otros un tercer grupo llamado Plessite, que es una mezcla de las dos anteriores). No se han clasificado u observado meteoritos que posean un porcentaje de niquel inferior al uno porciento (a excepción del Encolpion que describe el polaco Kotowiecki, y cuyo trabajo está incluído en este Blog).

Es así que, en carta certificada, con timbre y logo de la institución, a don Jorge Veas y a su respectiva oficina, Carlos Hidalgo & Asociados, el professor Tim McCoy, Curator in Charge, de la División de Meteoritos, en representación del Smithsonian National Museum of Natural History, les responde en forma confidencial, que el material que él y Linda Welzenbach analizaron no se trataría de un meteorito y que casi con certeza tendría un origen industrial. El profesor McCoy agrega que, desafortunadamente, él y sus colegas no están calificados para comentar sobre el mecanismo específico que dio origen a este material, y que ellos no disponen de las instalaciones como para efectuar una datación geológica.

En forma textual el profesor Tim McCoy responde a don Jorge Veas y a su equipo: "I have examined the material you submitted. In large part, your request is beyond our expertise. I can say with confidence that this material (steel) is not meteoritic and is almost certainly industrial in origin, as you seem to have ascertained from your earlier analyses. Unfortunately, I and my colleagues are not qualified to comment on the specific mechanism by which this (steel) may have been produced. As Linda Welzenbach expresed in her original e-mail, we also do not have the facilities for age-dating geological material... I am sorry we cannot provide more assistance to you. The sample is being returned with this letter. Thank you once again for contacting the Museum".

Cuando don Jorge y su equipo enviaron un pequeño trozo al Museo Smithsonian, el Sr. Veas ya sabía y poseía análisis que demostraban que la Roca no estaba constituída por el fierro típico de los meteoritos. El análisis en el Instituto Smithsonian les sirvió sólo para certificar por escrito lo que ya conocían, tomando en consideración los exámenes efectuados en Chile.

Conclusiones
Llama poderosamente la atención que el tamaño de grano de los olivinos sea milimétrico (que es extremandamente grande), indicando un lento y progresivo enfriamiento en una zona carente de atmósfera o de gases, como podría ser el espacio exterior. Se sabe a ciencia cierta que familias de cierto tipo de olivinos se dan en coladas de fundición, pero sólo a nivel microscópico y con un tamaño de grano muy pequeño, imposible de observar a simple vista. A diferencia, en la corteza de VEAS-01 los trozos de roca y de olivinos que rodean esta área, y tal como se muestra en la siguiente foto de aproximación, los tamaños son, como ya se dijo, macroscópicos notándose las costras de roca de origen desconocido, en su propia superfice.

Otra conclusión que debe destacarse, es la acuciosidad científica con que el empresario minero Jorge Veas y su equipo en Chile han venido desarrollando esta investigación, logrando efectuar análisis que ni en la NASA ni en el Smithsonian pudieron hacer, como sucedió con la datación en la Leucita, y con la determinación de las líneas de ferrita Widmanstatten, encontradas en Chile por el equipo de Carlos Hidalgo & Asociados y por el Dr. Brian Towley, y certificadas en Alemania por el Dr. Bern Lehmann, de la Universidad de Clausthal, además del profesor Harry Bhadeshia de la Universiad de Cambridge. Esta ferrita Widmanstaetten, entre Fe y C, no debe confundirse con las Lineas de Widmanstaetten de los Sideritos, que están constituídas por Fe y Ni.

Por último, baste decir que el interés en Veas-01 ha sido de una magnitud tan insospechada, que incluso empresarios del tamaño de William (Bill) Gates de Microsoft Co, la directiva de IBM y 3M, incluyendo a los miembros directivos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de los Estados Unidos, mantienen un cercano y actual estudio, incluyendo un chequeo de lo que pudiese existir en el interior de dicha Gran Roca (ver artículo Who knows about Veas-01?).