Esta microfotografía ha sido aumentada 50 veces mediante un microscopio óptico. En el centro inferior izquierdo de la imágen se aprecia una estructura circular con extrañas formaciones en su interior, en tanto el resto de la matriz, fundamentalmente ferrítica y con alrededor de 0.3% de niquel, aparece con estructuras ovilladas que se entrelazan. Como la muestra no ha sido humedecida ni atacada con ácido, algunos especialistas piensan que estas formaciones serpeantes son producto de una rápida oxidación con el aire, ya que los análisis multielementales, utilizando microscopía electrónica, no revelaron diferencia alguna entre los "ovillos" y la matriz. No ocurre así con la estructura elipsoidal que parece ser un Sulfuro de Fierro, del tipo Troilita (FeS) común en los meteoritos metálicos o sideritos, presentando inclusiones minerales en su interior.
La imágen siguiente corresponde a otra microfotografía tomada de otra zona de la piedra de más seis toneladas.
El trozo extraído, y ante la misma amplificación de 50 veces, presenta extrañas estriaciones de alrededor de unos 80 micras de longitud entre ciclo y ciclo. Aunque incialmente se pensó que estas ranuras segmentadas serían el producto del pulido, posteriormente se descartó debido a la regularidad del trazo y a que éstas aparecieron posteriormente en otra gran cantidad de muestras.
Para tener una idea de la forma en que un grano raya la superficie, durante el proceso de pulido, en la foto se puede observar el trazo situado a la izquierda inferior de la imágen. Además de este rayado se pueden observar otros de menor diámetro y más ténues que también son el producto de un pulido deficiente, lo que descarta de plano que la estructura que atraviesa la imágen con formas segmentadas regulares se hayan originado por tal proceso. Por otra parte es evidente que esta forma es 3-D y que el corte seccionó su forma original inserta en la matriz ferrítica. Mediante análisis SEM efectuados en el Departamento de Geología de la Universidad de Chile se analizó si las estructuras diferían en composición con aquella de la matriz, demostrando similares porcentajes de Fe y similares características.
La fotografía que se presenta a la izquierda fue tomada de otro trozo diferente a los anteriores, en una zona donde el fierro presentaba inclusiones similares a la ledeburita, con alternación de alfa-ferrita y carburos de fierro (FeC). En una amplificación de 500 veces se encontró nuevas estructuras ovilladas "que desde el punto de vista químico no tiene justificación alguna" -según lo testiminió en un informe escrito el Dr. Rodolfo Manheim C., del Departamento de Metalurgia de la Universidad de Santiago de Chile (USACH). El informe del doctor Manheim, entregado a la oficina de Carlos Hidalgo & Asociados en septiembre de 2004, termina afirmando respecto del trozo metálico analizado: "el material es un ACERO y de ninguna manera un FIERRO FUNDIDO".
Debemos recordar que el contenido de niquel sobre la superficie terrestre, y entre los óxidos de fierro, es de apenas 0.008%, presentando un 0.01% de Ni los productos de erupciones volcánicas.
Cabe entonces preguntarse: ¿quién tenía hacia comienzos del siglo XX la capacidad técnica de efectuar una colada de fierro con un 99.5% de pureza, con un contenido de carbono de alrededor de 0.032%, un porcentaje de 0.2% de niquel, para después abandonar la estructura de seis toneladas sin darle importancia?.
Por aquel entonces, los fierros que se manufacturaban en Chile tenían un alto porcentaje de carbono en la matriz (algunos superior al 18%) debido a que en el proceso de reducción del mismo no se disponía de las tecnologías que luego, muchas décadas después, implementó la Siderúrgica de Huachipato y sus grandes hornos. Sólo en los altos hornos de la ciudad de Bilbao, en España, se diponía de bastante mejor tecnología en la fabricación del fierro hacia fines del siglo XIX.