viernes, agosto 26, 2005

¿Fierro de Veas-01 con estructura Espinel?

Veas-01 fabricado con Acero tipo Ferrita

En la imágen de abajo, cuyo ancho es de 3.5 milímetros, es posible apreciar la estructura de la Ferrita Widmanstaetten o bandas de desmezcla entre carburos y fierro, detectadas en la Roca Veas-01. De acuerdo con los análisis estimados por el profesor Harry Bhadeshia de la Universidad de Cambridge (ver artículo en Blog), las longitudes y anchos de esta ferrita Widmanstaetten son miles de veces mayor que los que se observan en aceros típicos, indicando que el carbono debió haberse reducido en alrededor de un (1) segundo, enfriandose muy rápido este acero, favoreciendo así el desarrollo de esta estructura (ver enlaces con teoría de ferrita aliotromórfica y ferrita Widmanstaetten descritos en el Blog de comentarios de la Universidad de Cambridge).

Por otro lado, los olivinos encontrados en la corteza de Veas-01 (ver informe del Dr. Brian Townley en el Blog), por su tamaño de grano milimétrico, indican un enfriamiento muy lento, lo que no se condice con lo acaecido para el acero interno, de acuerdo con lo expuesto por el profesor Bhadeshia. Esto podría significar que, con anterioridad al proceso de formación de la corteza, otros eventos sucedieron los cuales son responsables de la formación de este acero.

Con respecto al acero de Veas-01, podemos decir, que adicionalmente a las texturas Widmanstaetten, y de acuerdo a los análisis químicos practicados en la USACH y en el IDIEM, el acero presenta un nivel de carbono extremadamente bajo, del orden de 0.03% en peso, lo cual no deja de sorprender si consideramos que la historia de Veas-01 se remonta con anterioridad a 1919, cuando no era posible en Chile ni en el Mundo obtener un grado de pureza en el fierro como el aquí observado.

¿Inclusiones de Sulfuro de Fierro-Manganeso?

Por otro lado, y tal como se observa en la figura de la izquierda, en el interior de este metal existen inclusiones muy interesantes de Sulfuro de Fierro-Manganeso (Fe,Mn)S, inculsión que no es típica de los aceros y que fue observada a fines de 2004 por el Dr. Bern Lehmann de la Universidad de Clausthal, Alemania. Decimos que se trata de una fase curiosa puesto que el Azufre (S) precipita o con el Manganeso (Mn) o con el Fierro (Fe) en forma separada. En los meteoritos, es común encontrar la Troilita, correspondiente a un sulfuro de fierro, FeS. A diferencia de los meteoritos, en los Aceros de los Altos Hornos se puede apreciar que el azufre precipita con el Manganeso formado el Sulfuro de Manganeso MnS. En nuestro caso, en el acero de Veas-01 se observa que el azufre ha precipitado tanto con el Fierro como con el Manganeso formado esta extraña inclusión.

Material denominado Ferrimán o Ferrita

Como si todo esto fuese poco, y además de encontrarse, formando la corteza de Veas-01, abundantes compuestos con estructura espinel (ver informe de Dr. Brian Townley), se observó que el fierro mismo parece poseer estructura espinel, fierro que se denomina ferrita, el cual tiene numerosas aplicaciones tanto en el area de las telecomunicaciones como en la conformación de los discos duros de los computadores.

Como todos bien sabemos, un fierro mientras más puro es, mayor es su conductividad, o lo que es lo mismo, menor es su resistividad. De este modo, para un hierro de alta pureza, su resistividad eléctrica es aproximadamente de 10E(-7) ohm-metros, esto es, un valor inferior a una millonésima de ohm-metro. Al mismo tiempo si a este fierro, que es muy buen conductor, lo sometemos a una disminución progresiva de la temperatura, su resistividad irá disminuyendo también progresivamente, hasta obtener el caso extremo de los conocidos Superconductores, en donde la resistividad es casi cero, debido a la formación de los pares de Copper, y gobernados por la Ecuaciones de London. En otras palabras, en un material conductor la resistividad varia en forma directa con la temperatura.

Lo curioso del acero Veas-01, es que a pesar de tener un alto grado de pureza en fierro de casi 98% en peso, su resistividad es increiblmente alta, y ésta además varía en forma inversa con la temperatura, tal como lo hace una ferrita que hoy fabrica la prestigiosa empresa Ferroxcube.

En este sitio, y si usted está interesado, es posible descargar excelentes y muy explicativos documentos donde se exponen las bases físicas para el diseño y aplicaciones de la ferrita en telecomunicaciones para evitar los típicos problemas de corrientes parásitas que se originan con meteriales conductores.

Resistividad variando en forma Inversa con la Temperatura.

Para el caso de Veas-01 se encontró que durante el día, a una temperatura de 25ºC, el valor de su resistividad se aproximaba al valor de 0.58 (ohm-m), aumentando progresivamente este valor hasta alcanzar los 1.17 (ohm-m), a una tempratura aproximada de 5ºC, durante la noche.

La resistividad de un cilindro se calcula multiplicando la resistencia R medida en ohms, entre sus caras circulares, por el valor del area A de la sección transversal, y dividiendo este valor por la altura h del cilindro. Para el caso de la gran Roca Veas-01, se dividió su volumen en pequeñas secciones de conos, se sumó la totalidad de los volúmenes individuales, y se modeló este volúmen total como perteneciendo al volúmen de un cilindro, cuya altura h fue la distancia entre los electrodos, y extremos de la roca, donde se midió la resistencia R comprendida para todo dicho volumen total V.

Con respecto al momento magnético de Veas-01, éste es distinto de cero, aunque los espines son antiparalelos. Con un magnetómetro, facilitado por la Universidad de Chile, se pudo comprobar que los vectores magnéticos emergentes de la piedra no corresponden a la conformación de espines que debiera darse en un fierro o acero, o producto de una colada de fundición, no coincidiendo tampoco la intensidad de los vectores, cuyos valores son mucho mayores que los propios del campo magnético terrestre, tal como lo muestra la siguiente figura 3-D. En esta magnetometría se presenta en rojo las intensidades del campo magnético terrestre, en tanto en verde las propias de la Roca Veas-01, medidas en su superficie.

Por último y para dar una breve información sobre a lo que ferritas se refiere, copiaremos textualmente lo que exponen los investigadores John R. Reitz (de la Ford Motor Company) y Frederick J. Milford (Battelle Memorial Institute) respecto al tema:

Ferrita

Según la teoría del ferromagnetismo de Heisenberg, existe un cambio en la energía electrostática relacionada con el cambio de alineación del espín, de paralela a antiparalela, en los átomos vecinos. Si este cambio de energía favorece la alineación paralela y al mismo tiempo es de suficiente magnitud, el material formado por estos átomos es ferromagnético. Si el cambio de energía favorece a la alineación antiparalela, todavía es posible obtener una estructura de espín ordenada, pero con espines que alternan de un átomo a otro a medida que se recorre en cristal.

Una estructura de espín ordenada con momento magnético neto cero se llama antiferroimán. La estructura de espín ordenada más general contiene tanto componentes “de espín hacia arriba” como “de espín hacia abajo”, pero tiene un momento magnético distinto de cero en uno de estos sentidos; dicho material se llama ferrimán o simplemente ferrita. Las ferritas más sencillas de interés magnético son los óxidos representados por la siguiente fórmula: MOFe2O3, donde M es un ion metálico divalente, tal como Co, Ni. Mn, Cu, Mg, Zn, Cd o hierro divalente. Estas ferritas cristalizan en una estructura cristalina bastante complicada llamada estructura espinel, como se muestra en la imágen. Así, el ejemplo clásico de una ferrita es la magnetita mineral Fe3O4, que se ha conocido desde épocas antiguas.

Las ferritas son de considerable importancia técnica porque, además de su magnetización de saturación relativamente grande, son malos conductores de electricidad. Por tanto, se pueden usar para aplicaciones de alta frecuencia en las que las pérdidas por corrientes parásitas en materiales conductores originan problemas serios. Las resistividades típicas de las ferritas están en el intervalo de 0.1 (ohm-m) hasta 10E(4) (ohm-m). En comparación, la resistividad eléctrica del hierro es aproximadamente de 10 E(-7) ohm-metros.

martes, agosto 23, 2005

Feldspathoid Leucite on Veas-01

Before explaining about the feldspathoid Leucite (KAlSi2O6), mineral found surrounding the melt crust of Veas-01 Iron Rock, let us tell you briefly about the basis of the 40-Ar/39-Ar Method.

Potassium-Argon Dating

The 40-Ar/39-Ar method of dating rocks has its foundations in the potassium-argon (K-Ar) isotopic dating method, a widely used technique for measuring numerical ages on mineral and rocks. Since the K-Ar method was developed over 30 years ago, it has been applied to a diverse range of geological samles to help elucidate many important geological problems of local, regional, or global significance. Particularly notable successes, dependent largely upon dating by the K-Ar method, include the development of the geomagnetic polarity time scale and the numerical calibration of the Phanerozoic geological or relative time scale.

The method is based upon the occurrence in nature of the radioactive isotope of potassium, 40-K, which has a half life of 1250 million years (Ma). This isotope of potassium has a dual decay to 40-Ca and to 40-Ar, and the branch yielding radiogenic argon (40-Ar*) as daughter product provides the basis for the K-Ar dating technique through its accumulation over geological time. In the simplest case of an igneous rock, for example, an unaltered lava, the K-Ar method normally yields an age that is equal to the time that has elapsed since its eruption and cooling. At the high temperature of a magma, the argon contained within the melt will tend to equilibrate with the ambient gas phase, which is likely to be atmospheric in composition at or near the Earth’s surface. Thus, argon that partitions into the melt during its generation in the source region for the magma, and possibly significantly enriched in radiogenic argon, is expected to exchange with argon of atmospheric compositio as it approaches the surface. If complete equilibrium is attained, then effectively all trace of preexisting radiogenic argon that may have been present will be lost. However, subsequent to cooling of the lava, the 40-Ar* generated from the decay of 40-K begins to accumulate quantitatively within the crystal structures of the minerals comprising the rock. At ambient temperature, the radiogenic argon remains trapped within the crystals indefinitely because of its relatively large atomic size of about 1.9 Amstrong. Subsequent measurement of the amount of parent 40-K and daughter 40-Ar* contained within the rock or mineral, combined with the known rate of dacay of 40-K to 40-Ar*, enables an age to be calculated, reflecting the time since eruption and cooling the lava.

The K-Ar dating method was found to give reliable ages on many rapidly cooled igneous rocks, but in some cases it was noted that ages on potassium-bearing minerals from the same rock, whether igneous or metamorphic, were discordant. This initially puzzling phenomenon is relatively well understood in terms of differences in diffusion behavior for radiogenic argon in different mineral structures during slow cooling or during thermal events subsequent to original crystallization. As the radiogenic argon is trapped within crystal lattices as neutral atoms, increased temperature causes diffusive transfer, with the rate of diffusion increasing exponentially with temperature. Thus, rocks that ahve experienced elevated temperatures after crystallization may partially or completely lose accumulated radiogenic argon from their constituent minerals, depending upon the diffusion behavior, the temperature, and te time involved. A K-Ar age therefore may register the time since crystallization and cooling below a critical temperature, the time since cooling after a metamorphic event, or an intermediate age that does not date a particular event, but simply reflects partial diffusion loss of radiogenic argon during a metamorphism. These aspects of the K-Ar dating method can be partly explored by judicious choice of samples for measurement, but can be much more fully exploited using the 40-Ar/39-Ar dating technique to decipher the detailed thermal history of a given region.

The K-Ar method is one of the most versatile and widely applied of the various geochronometers available for dating rocks, and with the advent of the 40-Ar/39-Ar technique the applications are being progressively broadened. In part this is because potassium is the eighth most abundant element in the Earth’s continental crust, comprising about 1 wt% (Taylor and McLennan, 1985). Mineral in which potassium is an essential element are fairly common in nature, and include many of the micas and the potassic alkali faldspars. Potassium also is present in a range of other minerals as a major or minor element, so that the K-Ar method, in principle, is applicable to many rocks and individual minerals. Another reason for its popularity as a dating method is that, with current techniques, there is a very high sensitivity for detection of radiogenic argon. In favorable circumstances, the technique can be applied to igneous rocks as young as a few thousand years, with no older limit in terms of the physical measurements.

Argon Nomenclature

Atmospheric Argon: Argon with the isotopic composition of that found in the present-day atmosphere.

Radiogenic Argon: Argon formed from in situ dacay of 40-K in a rock or mineral.

Trapped Argon: This refers to the argon that is trapped or incorporated within a rock or mineral at the time of its formation or during a subsequent event. For terrestrial samples, the trapped argon component commonly, but not necessarily, has atmospheric composition, and the assumption generally is made that all such argon is atmospheric in composition with 40-Ar/36-Ar = 293.5, and although this commonly is so, there are exceptions. In extraterrestial samples, the trapped argon is very different in compsition from atmospheric argon, often having 40-Ar/36-Ar about 1.

Neutron-Induced Argon: Argon produced in a sample during irradiation in a nuclear reactor, owing to neutron interactions on chlorine, potassium, and calcium.

Extraneous (including excess and inherited) Argon: In those cases in which trapped argon in terrestrial samples has 40-Ar/36-Ar major than 295.5, the value of this ratio in atmospheric argon, the additional 40-Ar commonly is referred to as extraneous argon (cf. Damon, 1968; Dalrymple and Lanphere, 1969). Excess argon is that component of 40-Ar incorporated into samples by processes other that by in situ radioactive decay of 40-Ar. Inherited argon probably is best defined as that 40-Ar, essentially radiogenic, introduced into a rock or mineral sample by physical contamination from older material.

Feldspathoids

Leucite and Nepheline are the only two minerals of diverse group that have been used with any degree of success for K-Ar dating.

Leucite (KalSi2O6) is a relatively rare mineral (see the left micrograph that was took over Veas-01), found mainly in potassium-rich, silica undersaturated lavas, although it has been recognized in some hypabyssal rocks. It is unknown in plutonic rocks, but there is evidence in some rocks from deep-seated environments, as well as in some hypabyssal and volcanic rocks, that it initially crystallized from the magmas, but is now represented by a mixture of alkali feldspar and nepheline, termed pseudoleucite, or by alteration products. Because of its very high potassium content (up to 17.9%) with only limited substitution of sadium for potassium, leucite is a good candidate for K-Ar dating, but its rarity and the ease with which it alters mean that it has not been used extensively form dating purposes. Studies in which leucite has been employed to date rocks, mainly volcanic, include those by Evernden and Curtis (1965), Radicati di Brozolo et al. (1981), and Tingey et al. (1983). The limited evidence available suggests that Leucite is a reliable geochronometer for datin rocks not subsequently reheated. Experiments on leucite in vacuo by Evernden et al. (1960) showed that most of the argon is lost in 1 or 2 days at about 550ºC, probably owing to its transition from pseudoisometric to isometric structure.

Because fo the high potassium content of leucite, relatively large amounts of radiogenic argon are produced per unit time, and this, taken together with the modest amount of atmospheric argon found associated with the mineral, means that it is particularly useful for dating very young rocks. Thus, Tingey et al. (1983) measured leucite separated from two samples of leucite lava on Gaussberg, a volcano on the coast of East Antarctica, and obtaines conventional 52 +/- 3 ka and 59 +/- 2 ka, respectively; the proportion of radiogenic argon to total argon ranged up to 42%. The most comprehensive dating study on leucite so far made was by Radicati di Brozolo et al. (1981), who measured 40-Ar/39-Ar age spectra on separates of this material from pyroclastics in the Albion Hills volcanic complex of the Roman province in Italy. Excellent results were obtained, showing essencially flat age spectra, with a mean age of 358 +/- 8 ka for five of the samples. Biotite from three of the samples gave 40-Ar/39-Ar results concordant with the coexisting leucite, but one sample yielded an older apparent age of 380 +/- 22 ka and the fifth sample gave a youger age of 278 +/- 15 ka. Measurements by the Rb-Sr method on leucite, biotite, and pyroxene on three samples gave ages that are less precise but in good agreement with the 40-Ar/39-Ar leucite ages. Villa (1986), however, reported the presence of excess argon in some leucites from the Roman volcanic province.

Nepheline is a relatively common mineral in alkaline rocks, occurring as a primary phase in many igneus rocks; it is also present in some metamorphic rocks. Although its composition often is close to Na3Kal4Si4O16, more sodic or potassic compositions are found, especielly in volcanic rocks. Nepheline has not been widely used for K-Ar dating, but it appears to yield reliable ages and is quite retentive of radiogenic argon from studies made by Mcintyre et al. (1966) on rocks from the Precambrian Grenville Province in Canada. York and Berger (1970) reported a sigle 40-Ar/39-Ar total fusion age on nepheline concordant with its K-Ar age. Similarrly, Shanin et al. (1967) and Gerling et al. (1969) found that nepheline was suitable for K-Ar dating.

lunes, agosto 22, 2005

Who knows about VEAS-01

WHO knows about such Big Iron Rock?

Since some entities carried out tests or gave advice in some way, or received information from Carlos Hidalgo & Asociates Office, here it is attached a list with the name of persons who are involved and/or institutions which know about the big Iron Rock and its weird characteristics and behavior:

• Lieutenant General Michael V. Hayden, USAF, Director National Security Agency (NSA), and chief Central Security Service (CSS). Fort George G. Meade, Maryland. Between 1997 and 1999 he served as Deputy Chief, United Nation Command and U.S. Forces Korea, Yongsan Army Garrison. South Korea.

• Mr. William B. Black, Acting Director of National Security Agency (NSA), USA. In the past he was Chief, NSA/CSS Representative Euro Office (NCEUR).

• Mrs. Mary C. Payne. NSA Public & Media Affairs Office. (301-688-6524). USA.

• Mrs. Pamela L. Porter. Director. ORTA. Tech Transfer Program. R3W042, R&E Building. (443-479-0311). United States of America.

• Dr. Michael Zolensky, from the NASA Johnson Space Center, Houston, TX 77058.

• Dra. Linda Welzenbach and the staff at the Smithsonian Museum. Antartic Meteorite Program. National Museum of New York.

• Mr. Tim McCoy, Curator-in-Charge. Div. of Meteorites. Smithsonian. National Museum of Natural History.

• Dr. Bernd Lehmann, at the Clausthal University, from the Geology and Mineralogy Department. Germany.

• Dr. Pierrick Roperch, at the Institut de Recherche por le developpement, IRD, France.

• Mr. Xu Shijie. Technology Attaché and First Secretary. Republic of China. Chinese Embasy. 550 Pedro de Valdivia street. Santiago of Chile.

• Mr. Ran Jingyu, Chinese Ambassador for Popular Republic of China in Chile. 550 Pedro de Valdivia street. Santiago of Chile.

• Dr. Brian K. Townley, at the Universidad de Chile, Departamento de Geologia.

• Dr. Carlos Cubas, chief of IDIEM, at the Universidad de Chile.

• PhD.Dr Jorge Garin and Dr. Rodolfo Manheim, Department for Metallurgy. USACH.

• Dr. Waldo Vivallo and Dr. Eugenia Fonseca, at the Sernageomin. Santiago of Chile.

• Professor Harry Bhadeshia, researcher at the Material Science and Metallurgy Department, by Cambridge University.

• Professor Carlos Roeschmann, at the Department of Geology, Universidad de Chile.

• Mr. Robert A. Haag, from the web site “Meteorite-Man”. Tucson. AZ 85726.

• Dr. Jay V. Ihlenfeld, Senior Vice President, Research and Development; 3M Business Corporate, 3M Center. I-94 McKnight Rd, St. Paul, MN 55144-1000, Maplewood, Minnesota, USA. Phone: (651) 733-1110.

• Dr. Paul Horn. Vice President IBM Corporation. 1133 Westchester Avenue, White Plains. NY New York 10604. USA.

• Mr. William H. Gates. Microsoft Corporation. San Francisco Bay Area Research Center. 455 Market Street, Suite 1690. San Francisco, California 94105. USA. Phone: (415) 778-8223

domingo, agosto 21, 2005

Why the name Veas-01?

¿Por qué el nombre de Veas-01?

Durante más de diez años el empresario minero Sr. Jorge Veas, y algunos de sus colegas, conocieron de una piedra metálica de grandes dimensiones apostada en un sector de Santiago, sobre cuyo origen poco o nada se conocía. Desde que el Sr. Veas era niño, y gracias al conocimiento minero adquirido de su padre, aprendió a distinguir claramente rocas de origen geológico de aquellas que no lo son. Conocía además bastante bien la textura y la forma de las coladas y de escorias, productos de una fundición de hierro, así como también era capaz de diferenciar las muestras con alto contenido ferroso de la zona conocida como Lavas del Laco, cuyos cortes pulidos muestran ser bastante disímiles a la Gran Roca que él encontró. Durante años, en sus largos recorridos por los sectores cordilleranos y precordilleranos, fueron múltiples las ocasiones en que encontró rocas y trozos metálicos que llamaron poderosamente su atención; trozos que tanto por su textura como por su peso supo que no podían corresponder a materiales geológicos. Y aunque supo que se trataba de meteoritos, nunca estimó que eran importantes para la Ciencia. Más, no fue sino hasta mediados de 1995 cuando su amigo personal, el ingeniero austríaco Hans Heins, y ex funcionario de la empresa Fundición Ventana, le explica a don Jorge lo interesante y crucial para el Mundo Científico del estudio de los meteoritos, y de cómo NASA expolaraba la Antártica en busca de estos materiales para conocer en más detalle el origen y destino del Universo.

Fue así que este empresario minero se avocó a la tarea de investigar, en conjunto con un grupo de científicos, los secretos que podía contener la extraña roca antes mencionada. Como éste se trataba de su primer hallazgo certificado, la Gran Roca Metálica de 6170 kilos, fue bautizada con el nombre de Veas-01.

En la foto se puede apreciar las operaciones de traslado de VEAS-01 mediante una grua de la empresa IDE. La forma cónica que se observa por una de las caras de la Gran Roca es notoria, hecho que ha sido observado en varios meteoritos de gran tamaño, a excepción de Hoba, el meteorito de casi 66 toneladas situado en Grootfontein, en Namibia, cuya forma es rectangular y de bordes muy bien definidos.

En la imagen de la izquierda es posible notar una cursiosa textura en VEAS-01, donde aparece en la zona superior derecha una especie de “banda”, bastante plana, dando la impresión de un objeto geométrico que hubiese sido encapsulado por el fierro fundido. De hecho, en una de las caras existe una ranura casi perfectamente rectangular que hace pensar en una formación inteligente hecha por el hombre. Más, si esto es así, por qué la corteza posee compuestos extraterrestres, olivinos no bien determinados rodeados con Leucita-Moochiquita, que no existe en Chile, además de extraños y no clasificados aluminosilicatos? (ver informes). Por otra parte un análisis detallado de lo que aparenta ser una escoria, en ciertas zonas de la Gran Roca, muestra tener alrededor de 300 ppm de Ni, y algunos compuestos bien determinados como lo son: Silicato de Hierro (gama), Monticellite, Cuarzo y Goetita. Estos últimos componentes fueron hallados usando un Difractómetro Siemens D-5000, el 8 de noviembre de 2004, en el Laboratorio de Rayos X, Departamento de Ingeniería Metalúrgica, USACH.

Responde el Instituto Smithsoniano

Que el fierro del que está constituído Veas-01 no corresponde al típico acero de un meteorito metálico o siderito, fue ya confirmado por el profesor Tim McCoy y por la Dra. Linda Welzenbach el 8 de marzo de 2004. Los aceros o fierros de los meteoritos poseen al menos sobre un 1% de niquel, pasando por rangos más elevados hasta 30% 0 40% de Ni en sideritos. De este modo, y en virtud de su contenido de niquel los sideritos se clasifican en Octahedrites, Hexahedrites y Ataxites. Cuando el Ni está entre un 5% y un 17%, el fierro y el niquel forman unas bandas de desmezcla que puden ser observadas a simple vista, dando como resultado estructuras cristalinas conocidas como Kamacite y Taenite (y para otros un tercer grupo llamado Plessite, que es una mezcla de las dos anteriores). No se han clasificado u observado meteoritos que posean un porcentaje de niquel inferior al uno porciento (a excepción del Encolpion que describe el polaco Kotowiecki, y cuyo trabajo está incluído en este Blog).

Es así que, en carta certificada, con timbre y logo de la institución, a don Jorge Veas y a su respectiva oficina, Carlos Hidalgo & Asociados, el professor Tim McCoy, Curator in Charge, de la División de Meteoritos, en representación del Smithsonian National Museum of Natural History, les responde en forma confidencial, que el material que él y Linda Welzenbach analizaron no se trataría de un meteorito y que casi con certeza tendría un origen industrial. El profesor McCoy agrega que, desafortunadamente, él y sus colegas no están calificados para comentar sobre el mecanismo específico que dio origen a este material, y que ellos no disponen de las instalaciones como para efectuar una datación geológica.

En forma textual el profesor Tim McCoy responde a don Jorge Veas y a su equipo: "I have examined the material you submitted. In large part, your request is beyond our expertise. I can say with confidence that this material (steel) is not meteoritic and is almost certainly industrial in origin, as you seem to have ascertained from your earlier analyses. Unfortunately, I and my colleagues are not qualified to comment on the specific mechanism by which this (steel) may have been produced. As Linda Welzenbach expresed in her original e-mail, we also do not have the facilities for age-dating geological material... I am sorry we cannot provide more assistance to you. The sample is being returned with this letter. Thank you once again for contacting the Museum".

Cuando don Jorge y su equipo enviaron un pequeño trozo al Museo Smithsonian, el Sr. Veas ya sabía y poseía análisis que demostraban que la Roca no estaba constituída por el fierro típico de los meteoritos. El análisis en el Instituto Smithsonian les sirvió sólo para certificar por escrito lo que ya conocían, tomando en consideración los exámenes efectuados en Chile.

Conclusiones
Llama poderosamente la atención que el tamaño de grano de los olivinos sea milimétrico (que es extremandamente grande), indicando un lento y progresivo enfriamiento en una zona carente de atmósfera o de gases, como podría ser el espacio exterior. Se sabe a ciencia cierta que familias de cierto tipo de olivinos se dan en coladas de fundición, pero sólo a nivel microscópico y con un tamaño de grano muy pequeño, imposible de observar a simple vista. A diferencia, en la corteza de VEAS-01 los trozos de roca y de olivinos que rodean esta área, y tal como se muestra en la siguiente foto de aproximación, los tamaños son, como ya se dijo, macroscópicos notándose las costras de roca de origen desconocido, en su propia superfice.

Otra conclusión que debe destacarse, es la acuciosidad científica con que el empresario minero Jorge Veas y su equipo en Chile han venido desarrollando esta investigación, logrando efectuar análisis que ni en la NASA ni en el Smithsonian pudieron hacer, como sucedió con la datación en la Leucita, y con la determinación de las líneas de ferrita Widmanstatten, encontradas en Chile por el equipo de Carlos Hidalgo & Asociados y por el Dr. Brian Towley, y certificadas en Alemania por el Dr. Bern Lehmann, de la Universidad de Clausthal, además del profesor Harry Bhadeshia de la Universiad de Cambridge. Esta ferrita Widmanstaetten, entre Fe y C, no debe confundirse con las Lineas de Widmanstaetten de los Sideritos, que están constituídas por Fe y Ni.

Por último, baste decir que el interés en Veas-01 ha sido de una magnitud tan insospechada, que incluso empresarios del tamaño de William (Bill) Gates de Microsoft Co, la directiva de IBM y 3M, incluyendo a los miembros directivos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de los Estados Unidos, mantienen un cercano y actual estudio, incluyendo un chequeo de lo que pudiese existir en el interior de dicha Gran Roca (ver artículo Who knows about Veas-01?).

sábado, agosto 20, 2005

13th Century Encolpion coming from Iron Meteorite

Foreword

The following text was extracted from the paper published on August 2004, by professor Andrzej Kotowiecki, during the 67th Annual Meeting of the Meteoritical Society, Rio de Janeiro, Brazil, under the original title "Artifacts in Polish collections made of Meteoritic Iron". The abstract is available online at http://meteoritics.org

Encolpion from Trepcza

A very interesting object, actually not made of meteoritic iron but of a (rare variation) meteorite, is the 13th century Encolpion from Trepcza near Sanok. The discovery was thoroughly described by Jerzy Ginalski -the finder of this artifact and the directo of the Museum of Folk Building and the Ethnographic Park in Sanok.

Encolpion with a relic is a unique reliquary, one of several encolpions found during salvage excavations in the Horodyszcze Castle in the years 1996-1997. As described by J. Ginalski, the encolpion is perfectly preserved, with straight bars in the shape of a cross, somewhat between a Latin and a Greek one, on its obverse there is a convex relief of the Crucifixion, while the reverse presents a concave relief of the cross. The tetragonally finished bars not widening at their ends differentiate the encolpion from the typical Kiev ones, which were very often finished with medallions embraced by two spherical knobs.

The reliquary is somewhat similar to some Palestinian encolpions (also known as Syrian-Palestinian) spread around the Mediterranean. Inside the bipartite reliquary from Trepcza was a tiny relic in the shape of a triangular wadge. It was placed along the vertical bars fo the cross, tightly matched to one of the edges -it was the only place to make it possible for the pectoral to close. Reliquaries usually adapted the form of the worshipped relic, therefore, the relic in question was interpreted to be a fragment of Christ's Cross. This hypothesis was also supported by the shape of the relic resembling a splinter as well as ist texture similar to this of wood.

Encolpion made of a metallic Meteorite with no Nickel

However, other features of the object, such as dark graphite color, metallic gloss, perfect smoothness of some parts, and most of all the weight too heavy for wood contradicted this theory. Thus, Dr. Marek Krapiec and Dr. Elzbieta Bielanska from Akademia Gorniczo-Hutnicza (AGH) in Kraków performed a detailed laboratory research of the preserved fragment using a scanning microscope at the Institute of Metallurgy of the Polish Academy of Sciences in Kraków. The analysis showed that the main element of the relic is Iron (90%), and chlorine, lead, arsenic, copper, calcium, aluminium, and silicon are its other components (see attached graphs below). Such high proportion of iron, togrther with absolutely no carbon, denies the possibility of dealing with the meteoritic or possibly indigenous iron. Therefore, further research was done with special emphasis on the presence of individual elements on the surface of the relic. It turned out that the ions of the admixtures are relatively regularly placed in the crystal structure of the iron. Taking into consideration the overall results of the analysis, Dr. Marek Krapiec suggested that the only plausible explanation for the origins of the analyzed fragment is attributing an extraterrestrial provenance to it. In his opinion, the relic placed in the encolpion from Trepcza is an extremely rare (as free from any traces of niquel) variation of iron meteorite!.

The author of the study J. Ginalski remarks that this is the only known case of using a piece of a meteorite as a relic and probably the encolpion was "tailored" for it only after its acquirement. This theory seems to be supported by the fact that the relic fits perfectly its casing and by the unique from of the Trepcza pectoral.

Conclusion

In my opinion, this object is very intriguing and woth spending more time studying it, especially, that the author of the study formulated a very BOLD THEORY concerning the lack of NICKEL in the specimen. Nevertheless, the problem is very exciting.

Posted by Andrzej Kotowiecki, District Prosecutor's Office, ul. Michejdy 17/4, 43-400 Cieszyn, Poland.

sábado, agosto 13, 2005

Dr. Brian Townley's Report about VEAS-01

The following report was on April, 2005, received by the National Security Agency (NSA), Fort Meade, Maryland, USA.

If you want to know more about the Geologist, Dr. Brian K. Townley, and their FONDEF projects in Chile, please enter to the current web site:

viernes, agosto 12, 2005

Una Extraña Roca Metálica

Durante décadas, en la ciudad de Santiago de Chile, los habitantes que moran en la zona que hoy corresponde a la Comuna de San Joaquín, conocían parcialmente de una roca de 6170 kilogramos. Según ellos describen, la roca que hasta septiembre de 2002 se situaba en una de las pequeñas plazas de Pasaje Donoso, era conocida por sus propios padres y abuelos que, ya desde fines de 1898, desconocían el origen y la procedencia de semejante objeto.

Algunos de los lugareños comentaban que sus parientes mayores ya conocían antes de 1920 de una roca de grandes dimensiones que en varias oportunidades habían intentado perforar, sin grandes resultados. Aunque sabían que en ese entonces no existían grandes fundiciones en el sector, y conociendo que una alta pureza en las coladas de fierro era escasa por ese tiempo, les llamó la atención que semejante trozo hubiese sido abandonado sin que ninguna posterior utilidad se le diera. ¿Sería tal vez un gran meteorito caído a fines del Siglo XIX, o tal vez, mucho antes?.

O bien, ¿se trataría quizá de un acero fabricado con alguna tecnología dejada por los españoles, o otros grupos locales?.

Si bien múltiples grupos intentaron analizar el gran trozo con seriedad, los vecinos del sector se negaron sistematicamente a que se extrajeran pedazos para su análisis, y menos autorizar la remoción de la gigantesca roca para que fuera examinada por especialistas.

Todo esto continuó con incierto derrotero, hasta que en septiembre de 2002 una oficina de Abogados, Auditores e Ingenieros, conocida como Carlos Hidalgo & Asociados, con las autorizaciones correspondientes de los Tribunales Civiles de la Comuna de San Miguel, y habiendo efectuado manifestación minera sobre el trozo metálico, publicándose la inscripción en el Diario Oficial de Minería, consiguieron el permiso para retirar la roca contratando los servicios de grua y retroexcavadoras IDE, con oficinas en camino a Melipilla en la Comuna de Cerrillos.

Así fue que en una sóla mañana de octubre de 2003, haciendo uso de la fuerza pública (policía de Carabineros de Chile), y de un receptor judicial, se inició los preparativos para el retiro de la especie. Los vecinos alertaron al alcalde de la comuna de San Joaquin, quien envió un movil de carabineros del sector, para proceder al freno del operativo y ejecutar órdenes de detención en caso que la oficina Carlos Hidalgo & Asociados continuara con la acción, que el mismo alcalde Ramón Farías calificó como delictual. Don Ramón Farías adujo ante el Tribunal que la roca de 6170 kilos correspondía a un patrimonio cultural de la comuna debido a la historia de dicha piedra en el lugar; y que todos sabían que no era un producto de fundición o escoria, o residuo de una colada, por lo que estimó que no procedía que una oficina comercial se llevara "such a Big Stone" sin la debida autorización de la alcaldía.

No obstante, ese mismo día, y ante el estupor del alcalde y de los vecinos, la roca de más de seis toneladas fue retirada con las autorizaciones del tribunal y del cuerpo de Carabineros de Chile. Nadie, ni siquiera el alcalde Ramón Farías, pudo detener el operativo. Y aunque luego el alcalde de sicha comuna procedió a demandar a los miembros de la oficina comercial, la Corte rechazó el recurso de amparo debido a que las leyes mineras estan "por sobre" los derechos de los alcaldes. Con ello, y con la posterior inscripción de la Sociedad Minera de la oficina comercial, el municipio representado por don Ramón Farías perdió todas las instancias judiciales, firmando el desestimiento definitivo a pocos meses de entablada su acción.

Con todo lo anterior, la roca que hoy se conoce como VEAS-01, quedó legalmente inscrita y con todos lo papeles mineros, de propiedad de la oficina Carlos Hidalgo & Asociados, quedando fuera toda instancia de ser recuperada por parte de los antiguos vecinos o por el mismo alcalde.

En los próximos días publicaremos cómo hasta el día de hoy, y pese a los análisis efectuados tanto en instituciones nacionales como internacionales, no se ha podido esclarecer el orígen de la roca VEAS-01. Si bien se encontró olivino y productos de alteración propios de los meteoritos metálicos (siderito), así como aluminosilicatos no identificados hasta la fecha, se observó que el fierro de que estaba constituído era de una pureza tal de casi 99.5% con un contenido de casi 0.2% de Ni, lo cual rechaza la hipótesis de un siderito. Publicaremos algunos de los comentarios efectuados por la Universidad de Cambridge respecto de la estructura de "gigantescas lineas de Widmanstaetten", formadas por ferrita y carburos de Fe, encontradas en el acero de VEAS-01, y de cómo la resistividad de la roca total varía en proporción inversa a la temperatura con valores aproximados que van de 0.58 (ohm-m) en el día, a 1.6 (ohm-m) durante la noche, aunque todos sabemos que la resistividad del fierro puro es de casi 1 diez millonésima de ohm-metro.

jueves, agosto 11, 2005

Micropetrographic Analysis

The following report was carried out by Dr. Brian Townley at University of Chile, Department of Geology.

Introduction
The following report presents the results of a micropetrographic, SEM and microprobe study of selected samples taken from the VEAS 01 Iron Rock. This rock, of unknown origin, has prompted collaborative research between the group “Carlos Hidalgo & Asociados” and us, at expense and request of Carlos Hidalgo & Asociados. Samples of this rock were provided by Carlos Hidalgo.

The VEAS 01 Iron Rock consists mostly of iron, with an outer melt crust and many inclusions of silicate rocks. The rock itself weighs approximately 6.2 metric tons and measures some 2.5 by 2 by 1.5 meters and is strongly magnetic. Samples were provided by the owners as well as taken by the authors.

Two types of samples were studied, 3 metallic polished sections and 2 thin polished sections of the outer melt crust. Polished sections of metallic samples were prepared at sample preparation facilities of IDIEM (Universidad de Chile) and the Department of Geology (Universidad de Chile). Thin polished sections were prepared in the Department of Geology.

The objectives of this study are to determine mineralogical and compositional characteristics of the VEAS 01 Iron Rock in an attempt to evaluate possible origin.

Methodology

Polished and thin polished sections were observed under a standard polarized petrographic microscope for mineralogical identification and selection of sites of interest for SEM and microprobe analysis.

Chemical analyses and secondary electron microscopy (SEM) images of minerals were obtained using the SEM-Probe CAMEBAX SU-30 at the Electron Microscopy Laboratory of the Department of Geology, University of Chile. All elements were measured using wavelength dispersive spectrometry with the Cameca SX-50 automatization system and ZAF correction program. An accelerating voltage of 15 kV, a beam current of 10 nA and an acquisition time of 10 seconds were used. The beam was focused with a spot size of 2 µm. Depending on the nature of the rocks and minerals analyzed, different standards were used. Different standards and their nature are listed as follows:

Na -------- albite ----------------- natural, Amelia Co. Virginia, USA.

Ca, Si ----- wollastonite --------- natural, Willsboro, New York, USA

K, Al------- orthoclase----------- natural, Lucerne, Switzerland.

Mg--------- diopside ------------- natural, Loch Shin, Scotland.

Mn--------- rhodonite------------ natural, Broken Hill, Australia.

Ti ----------rutile ----------------- synthetic, Earth Jewelry Co. Japan.

Fe ---------- andradite ------------ synthetic, Koch Chemicals Ltd. UK.

Sample Petrography

Metallic samples were observed under reflected light for the purpose of selection of SEM and microprobe study sites, no formal identification of mineralogy having been done. Detail on metallic polished section studies are included in metallographic reports of the VEAS 01 Iron Rock (IDIEM and Universidad de Santiago), in hands of Carlos Hidalgo & Asociados.

In our study, one of the metallic samples was sent to Clausthal Technical University, Clausthal, Germany. Initial observation determined and Fe – rich nature. This was followed by an acid etching process (with concentrated cloridic acid) which revealed a well developed Widmannstaetten texture pattern. Microprobe analysis on this same sample, at Clausthal TU, revealed low concentrations of Ni, below 0.3% (December 2004). As of date of this report we have received no data of such analysis, yet low Ni confirms information we already had. Low Ni was in fact determined by geochemical analysis and also by our own microprobe analysis, before sample was sent to Germany.

In addition to the metallic samples, two melt crust samples were taken from the VEAS 01 Iron Rock by the authors, sample Oliv01 and Oliv02. Melt crust on the rock varies from one point to the other, well developed and about 5 – 8 mm thick on one side (from which samples were taken), and very thin and poorly developed on the other side. In some parts crusts looks dark and glassy (sample Oliv02), in other parts it looks slightly granular (sample Oliv01), and in other parts granular, with macroscopic iron sulfides (pyrrotite or Sample Oliv01 consists of milimetric sized olivine and pyroxenes in equigranular texture, with abundant smaller opaque minerals (iron oxides, chromites and sulfides) and leucite fillings. Minor alteration to chlorite is observed along crystal contacts and fillings. A portion of this sample analyzed by x-ray diffraction indicated fayalite and monticellite as the olivines (Usach, 2004). There are figures that show micropetrographic photos of the main mineral association.

Sample Oliv02 consists of millimetric sized chromites and olivines (?) in a ground mass of smaller crystalline non-determined silicate (olivines?). Smaller opaque minerals comprise iron oxides and chromites. A Figure shows a micropetrographic photo of the main mineral association.

Both samples present effects of weathering, in particular oxidation of iron and of chromites, which make direct petrographic identification of minerals some what difficult. For better identification, microprobe analysis were done on the same samples.

SEM and Microprobe Analysis

A total of five samples were selected for analysis, three metallic and two from the outer melt crust. Results are tabulated and presented in appendix , together with SEM images.

Metallic samples

As results for all the analyzed samples are similar, the following description summarizes bulk composition and composition of various inclusions within the metallic portion of the rock. More details regarding these inclusions are indicated in the metallography reports (at offices of Carlos Hidalgo & Asociados) and in recent information received from the Clausthal TU microprobe laboratory.

The metallic body of this rock is composed mostly of iron. Average weight percent for some elements are 93.6% Fe, 0.4% S, 0.08% Cr, 0.0025% Mn, 0.054% Ni, 0.2% Cu and 0.053% Zn. Composition taken to 100% is indicative of pure iron (98.8%). These results are confirmed by the Clausthal TU results, indicating a practically pure iron composition (100.0 to 102.1% closure), with very low Ni contents (two domains, one with 0.0638% and another with 0.1455% Ni (Lehmann, 2005).

Many bleb-like mineral inclusions are observed within the pure iron mass. Analysis of these inclusions indicate various compositions, consisting of FeS and (Fe,Mn)S phases. Contents of sulphur, in weight percent, vary between 17.5 and 30.5%; Fe between 31 and 54%, and Mn between 9 and 13%. Other elements present in these inclusions are Cr (1.1 to 3.6%), Ni (0.02 to 0.09%), Cu (0.3 to 0.6%) and Zn (0 to 0.2%). SEM images of some of these inclusions are presented in some figures.
Results are similar to those indicated by Lehmann (2005) at the Clausthal TU microprobe. Mineral diagnosis for these inclusions indicate pyrrhotite, Fe1-xS, or troilite, FeS, and ferroan alabandite or niningirite, (Mn,Fe)S (Keil, 1968; Keil and Snetsinger, 1967).

In summary, the iron portion of the VEAS01 Iron Rock is composed mostly of pure iron (ferrite), with traces of other metals, and with bleb – like inclusions of iron sulphides and manganese – iron sulphides.

Melt crust samples

Two melt crust samples were analyzed, Oliv01 and Oliv02. Micropetrographic studies indicate a silicate and oxide mineralogy (olivine, pyroxene, leucite and chromites) as shown in figures.

Microprobe analysis for sample Oliv01 indicates the following mineralogy: fayalite, hedenbergite (or hastingsite or essenite), leucite and possibly ringwoodite. Some secondary alteration chlorite occurs between olivine crystals, as well as idingisite - boulingite. Sample Oliv02 shows the following mineralogy: iron – magnesium chromites (spinels), from magnesium – rich to iron – rich, intergrown with iron – magnesium olivines. A fishbone – like texture shows two differing minerals, a light colored Fe-Ca-Ti-Mg aluminosilicate in a dark colored Ca-K-Fe-Na-aluminosilicate (see Figure). These minerals are so far undetermined, but occur in contact with leucite.

In summary, melt crust samples have a quartz subsaturated mineralogy consistent of millimetric size olivines, pyroxenes, spinels (iron – magnesium chromites), leucite and minor undetermined aluminosilicates.

Discussion – Mineralogy and possible origin of rock

The VEAS01 Iron Rock presents characteristics which are not consistent with any known rock types in Chile, discarding a possible terrestrial natural source. The pure iron portion of this rock shows some characteristics which are compatible with some types of industrial steel as well as being compatible with iron – rich meteorites. Low Ni concentrations in pure iron is though a strong argument against an extraterrestrial origin, yet many other characteristics are highly compatible with siderolites, such as FeS blebs (possible troilite). Melt crust mineralogy is compatible with both, industrial steel slag and with iron – rich meteorites, yet equigranular millimetric size texture argues against a possible anthropogenic origin. Fayalite and monticellite are known to occur in iron – rich slag, but not with an equigranular faneritic texture. Crystalline texture of both pure iron (hexagonal) and melt crust, melt crust mineralogy and leucite intracrystalline filling, are suggestive of a high temperature (> 1600° C) slow crystallizing process, not expected for industrial steel, much less for slag.

Some other characteristics of this rock such as an extremely variable and local magnetic field, temperature dependent conductivity, and surface features such as thumbprints, argue for a possible extraterrestrial origin.

As a final conclusion, the VEAS01 Iron Rock shows characteristics which argue for two possible origins. Some characteristics do not fit an anthropogenic origin and better fit an extraterrestrial source, yet near absence of Ni is a very strong argument against this possible origin. This rock by all means merits further study. Ni could be likely segregated from surface (all samples are surficial), it could be a one of a kind unclasified iron meteorite (as described in iron meteorite materials by Kotowiecki, 2004) or it may be iron steel slag (the least likely, but not imposible). This rock is by all means not of natural terrestrial origin.

References

- Kotowiecki, A. 2004. Artifacts in Polish collections made of meteoritic iron. Meteoritics & Planetary Science 39, Nr 8, Supplement, A151-A156 (2004), Rio de Janeiro, Brazil.

- Keil, K., 1968. Mineralogical and chemical relationships among enstatite chondrites. J. Geophys. Res. 73, 6945 – 6976.

- Keil, K. and Snetsinger, K.G., 1967. Niningirite: a new meteoritic sulfide. Science, 155, 451 – 453.

- Lehmann, B., 2005. Microprobe analysis of sample RX-01. Report, Clausthal TU Microprobe Laboratory, Germany.

miércoles, agosto 10, 2005

Report from University of Cambridge

The following comment was made by professor Harry Bhadeshia, at University of Cambridge, UK.

QUESTION:

What kind of low alloy steel do you see in the attached pictures, which are optical micrographs of Widmanstatten Ferrite?

Chemical analysis: Fe-0.032C-0.2Ni wt%. The inclusions are chromite and (Fe,Mn)S.

What is your opinion about the cooling process?. How long does it take to form this microstructure?

ANSWER

The excellent micrographs you sent are illustrated (above); they can be magnified by clicking on the thumbnails.

First thing to emphasise is that your steel has a very low carbon concentration, which means that it will transform rapidly during cooling. Secondly, the austenite grain size is very large, thousands of micrometers in size. This is very important, because a large austenite grain size favours the development of Widmanstätten ferrite at the expense of allotriomorphic ferrite.

The very large austenite grain size means that you must have austenitised the sample at a very high temperature.

It is hard to guess the cooling conditions, but the layer of allotriomorphic ferrite at the austenite grain boundaries is quite thin, which means that the samples will have been cooled relatively rapidly. Notice also that the pearlite between the Widmanstätten ferrite plates is very fine, and cannot easily be resolved, consistent with a relatively high cooling rate.

You also asked about the growth rate of Widmanstätten ferrite - it is a paraequilibrium displacive transformation so the lengthening rate of the plate in a steel such as yours can be many hundreds of micrometers per second, which means that the microstructure probably developed within a second or so once the transformation began.

Harry Bhadeshia, at University of Cambridge, UK.

NOTE: The following microphoto shows the current steel of an airplane turbine; photo that was carried out at University of Cambridge. Although photos have the same size and scale, please, note the difference in size of Widmanstatten ferrite plates in both micrographs; the first one regarding to VEAS-01 (above), and the second one concernig the turbine (below):

martes, agosto 09, 2005

Curiosas Microfotografías

La microfoto de la izquierda corresponde a un pulido efectuado en un pequeño trozo metálico tomado a una profundidad de la roca de aproximadamente 12 centímetros. La sección metálica analizada no ha sido sometida a ataque alguno, sea con nital al 2% u otro tipo de ácido con el objetivo de evitar alteraciones u otros procesos de reacción que modifiquen las microestructuras a observar.

Esta microfotografía ha sido aumentada 50 veces mediante un microscopio óptico. En el centro inferior izquierdo de la imágen se aprecia una estructura circular con extrañas formaciones en su interior, en tanto el resto de la matriz, fundamentalmente ferrítica y con alrededor de 0.3% de niquel, aparece con estructuras ovilladas que se entrelazan. Como la muestra no ha sido humedecida ni atacada con ácido, algunos especialistas piensan que estas formaciones serpeantes son producto de una rápida oxidación con el aire, ya que los análisis multielementales, utilizando microscopía electrónica, no revelaron diferencia alguna entre los "ovillos" y la matriz. No ocurre así con la estructura elipsoidal que parece ser un Sulfuro de Fierro, del tipo Troilita (FeS) común en los meteoritos metálicos o sideritos, presentando inclusiones minerales en su interior.

La imágen siguiente corresponde a otra microfotografía tomada de otra zona de la piedra de más seis toneladas.

El trozo extraído, y ante la misma amplificación de 50 veces, presenta extrañas estriaciones de alrededor de unos 80 micras de longitud entre ciclo y ciclo. Aunque incialmente se pensó que estas ranuras segmentadas serían el producto del pulido, posteriormente se descartó debido a la regularidad del trazo y a que éstas aparecieron posteriormente en otra gran cantidad de muestras.

Para tener una idea de la forma en que un grano raya la superficie, durante el proceso de pulido, en la foto se puede observar el trazo situado a la izquierda inferior de la imágen. Además de este rayado se pueden observar otros de menor diámetro y más ténues que también son el producto de un pulido deficiente, lo que descarta de plano que la estructura que atraviesa la imágen con formas segmentadas regulares se hayan originado por tal proceso. Por otra parte es evidente que esta forma es 3-D y que el corte seccionó su forma original inserta en la matriz ferrítica. Mediante análisis SEM efectuados en el Departamento de Geología de la Universidad de Chile se analizó si las estructuras diferían en composición con aquella de la matriz, demostrando similares porcentajes de Fe y similares características.

La fotografía que se presenta a la izquierda fue tomada de otro trozo diferente a los anteriores, en una zona donde el fierro presentaba inclusiones similares a la ledeburita, con alternación de alfa-ferrita y carburos de fierro (FeC). En una amplificación de 500 veces se encontró nuevas estructuras ovilladas "que desde el punto de vista químico no tiene justificación alguna" -según lo testiminió en un informe escrito el Dr. Rodolfo Manheim C., del Departamento de Metalurgia de la Universidad de Santiago de Chile (USACH). El informe del doctor Manheim, entregado a la oficina de Carlos Hidalgo & Asociados en septiembre de 2004, termina afirmando respecto del trozo metálico analizado: "el material es un ACERO y de ninguna manera un FIERRO FUNDIDO".

Debemos recordar que el contenido de niquel sobre la superficie terrestre, y entre los óxidos de fierro, es de apenas 0.008%, presentando un 0.01% de Ni los productos de erupciones volcánicas.

Cabe entonces preguntarse: ¿quién tenía hacia comienzos del siglo XX la capacidad técnica de efectuar una colada de fierro con un 99.5% de pureza, con un contenido de carbono de alrededor de 0.032%, un porcentaje de 0.2% de niquel, para después abandonar la estructura de seis toneladas sin darle importancia?.

Por aquel entonces, los fierros que se manufacturaban en Chile tenían un alto porcentaje de carbono en la matriz (algunos superior al 18%) debido a que en el proceso de reducción del mismo no se disponía de las tecnologías que luego, muchas décadas después, implementó la Siderúrgica de Huachipato y sus grandes hornos. Sólo en los altos hornos de la ciudad de Bilbao, en España, se diponía de bastante mejor tecnología en la fabricación del fierro hacia fines del siglo XIX.